Por Daniel Gaguine
Dice una canción que “por las noches, la soledad desespera”. Amalia Polonski está sola. Recibe la noticia de la muerte de una tía y la visita de su prima Mónica con motivo del deceso de aquella. La relación de ambas y el futuro son los puntos que toca una puesta pequeña (¡qué palabra!) en su concepción pero no en su desarrollo.
La dramaturgia es irregular ya que alterna momentos buenos y otros en los que el oficio de las actrices sostiene la puesta. Allí es donde se aprecia el buen trabajo de Leticia Torres en la dirección. Se nota en la forma en que pulió algunas de las características de los personajes. Estos se encuentran bien delineados y sus composiciones correctas.
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